Planeta D (Dry) En el árido Planeta D, las tormentas de polvo son tan densas que las noches y los días se confunden en un manto dorado perpetuo. Aquí prospera la civilización Khal-Daar, maestros del aprovechamiento de cada gota de humedad. Sus ciudades se construyen en cavernas profundas para protegerse del viento abrasador, y sus canales subterráneos transportan el agua como si fueran venas vivas del planeta. El embajador Sir D'rahm Val-Kesh, de túnica carmesí y hablar refinado, recibe a los visitantes con ceremonias impecables. Su cortesía es tal que incluso sus advertencias suenan como elogios: "Espero que disfrute de nuestro desierto… y que nunca se pierda en él".
Origen: Ciudadano y embajador de civilizacion de Khal-Daar.
Historia: En la arena roja de D’quorah, Sir D’rahm Val-Kesh recibió a los emisarios rivales con vino especiado. Con voz aterciopelada brindó: “Que la paz florezca en nuestros desiertos”. Nadie notó el doble filo: en su cultura, esa frase era una condena tan cortés como irrevocable.
Personalidad: Refinado, diplomático y enigmático; convierte elogios en advertencias veladas, siempre sereno incluso al tejer intrigas en la arena.
“Espero que disfrute de nuestro desierto… y que nunca se pierda en él.”
Imponente y multifuncional, esta máquina de Khal-Daar combina armamento pesado, blindaje adaptable y brazos versátiles para combate y construcción. Sus sensores avanzados aseguran precisión absoluta, mientras su capacidad de carga y reparación la convierten en pilar indispensable: protector, constructor y símbolo de poder inquebrantable para su pueblo.
